Se ha demostrado que es importante retirar el abrigo a los niños a la hora de viajar en la silla de seguridad del coche.
El año pasado, la cadena de TV americana NBC advertía del riesgo de que los niños viajen en la silla infantil con el abrigo puesto. El conocido periodista Jeff Rossen coloca un niño que viste anorak en una silla con arneses. Aprieta los arneses y todo parece correcto. A continuación baja al niño del coche, le quita el anorak y lo vuelve a sentar en la silla. Para sorpresa de todos, la distancia entre el arnés y el hombro del niño es de unos 10 cm, lo que en la práctica equivale a llevar el arnés sin abrochar. En caso de accidente, los tirantes se van a abrir, los hombros se van a quedar sin sujeción y el niño va a salir despedido fuera de la silla.
Ya en el 2015, el ADAC alemán advertía del mismo riesgo. El ADAC utilizaba una silla de grupo 2-3, que sujetan al niño con el cinturón de seguridad del coche.
En este caso, lo que sucede es que el anorak dificulta la instalación de forma que la banda ventral va a parar encima de la barriga del niño en lugar de ir a parar encima de la pelvis. En caso de accidente, se van a producir lesiones abdominales ya que el cinturón se va a clavar en los órganos internos del niño como pueden ser el bazo, los riñones o el hígado.
Así pues, sujetar a un niño en la silla de seguridad con el abrigo puesto, ya sea con arnés o con el cinturón de seguridad del vehículo, no es la mejor idea. El consejo, si hace mucho frío, es arrancar el coche y poner la calefacción durante unos minutos hasta que la temperatura interior del coche sea soportable. En este momento, quitaremos el abrigo al niño y le colocaremos el arnés o el cinturón.
Josep María Vallès, nuestro presidente participa en la publicación de AESVi (Alianza Española para la Seguridad Vial Infantil) para explicar las consecuencias de viajar con el abrigo puesto.